La práctica de la filosofía puede ser una manera de despertar la actitud cuestionadora y creativa en la escuela, un modo de construir una ciudadanía capaz de preguntar y argumentar en un marco de derechos y valores democráticos.
Por Estela Seisdedos
La filosofía con niños pone en relieve el carácter práctico de la misma al estimular la actitud filosófica, dando lugar al asombro, a la formulación de preguntas, a la construcción de respuestas, al compromiso con la búsqueda de la verdad. Existe una intrínseca relación entre educación, filosofía y política respecto de la cual la escuela cumple un rol decisivo.
En la escuela, se trata de incorporarla como práctica y no como teoría, no como historia de la filosofía, sino como una actitud, un modo de vida. Cabe preguntarse si presentar a la filosofía solo como saber teórico como ha hecho la tradición escolar durante muchos años no es un modo de situarla desde una perspectiva distanciada de la realidad e incapaz de operar transformaciones en la sociedad.
Se propone formar niños con actitud cuestionadora, crítica, con autonomía de pensamiento y esto puede no ser bien visto por la escuela disciplinaria con sus típicos dispositivos de control que pretende formar niños acordes a un modelo social tradicional y estructurado.
La escuela era un lugar de respuestas, se iba a la escuela para aprender las grandes respuestas, sin embargo, hoy también se concurre a la escuela para aprender a formular preguntas, a construir una actitud crítica. la filosofía en la escuela invita a abandonar el mito que consiste en creer que se pregunta porque no se sabe sino que, por el contrario, qien más conoce, más preguntas puede formular.
En la vida escolar existe cierto miedo a las preguntas, temor a preguntar lo que no se debe, lo que incomoda, temor a qué nos van a preguntar. La filosofía es el saber de la pregunta y de la construcción de la argumentación en la búsqueda por las respuestas.
Quién aprende a preguntar aprende a problematizar y a descubrir que las respuestas varían según los puntos de vista, aprende también a argumentar en el intento por construir respuestas diferenciando las que tienen fundamento de las que no lo tienen, las persuasivas, las que intentan transmitir la verdad, etc.
La filosofía con niños no se trata de contenidos que haya que transmitir o que trabajar de una manera u otra sino de una filosofía para filosofar, de una actitud.
El legado Socrático:
La propuesta de Sócrates persiste en el tiempo como camino para acceder a la verdad haciéndonos descubrir que la pregunta bien formulada promueve la reflexión, invita a revisar la información que se tiene y a construir nuevas ideas.
La mayéutica es el método socrático en el que por medio de preguntas entre dos interlocutores, uno más experimentado pregunta al menos experto y a través de las respuestas que este da y de la re pregunta lo va orientando hacia el auténtico saber, llevándolo a distinguir en su propio conocimiento la verdad de la apariencia, a reflexionar sobre sus ideas, apreciaciones, etc.
El arte de preguntar supone saber escuchar y orientar al que pregunta a que se escuche a sí mismo y diferencia lo verdadero de lo falso. Sócrates enseña el valor del diálogo como fuente de sabiduría, como construcción y no como enfrentamiento.
¿Pueden los niños hacer filosofía?
Las preguntas filosóficas y la búsqueda de respuestas a las mismas son inherentes al ser humano, muchas veces nos sorprenden las preguntas de los niños y nos conmueve lo que tienen para decir.
Libros de filosofía para niños en:
La escuela era un lugar de respuestas, se iba a la escuela para aprender las grandes respuestas, sin embargo, hoy también se concurre a la escuela para aprender a formular preguntas, a construir una actitud crítica. la filosofía en la escuela invita a abandonar el mito que consiste en creer que se pregunta porque no se sabe sino que, por el contrario, qien más conoce, más preguntas puede formular.
En la vida escolar existe cierto miedo a las preguntas, temor a preguntar lo que no se debe, lo que incomoda, temor a qué nos van a preguntar. La filosofía es el saber de la pregunta y de la construcción de la argumentación en la búsqueda por las respuestas.
Quién aprende a preguntar aprende a problematizar y a descubrir que las respuestas varían según los puntos de vista, aprende también a argumentar en el intento por construir respuestas diferenciando las que tienen fundamento de las que no lo tienen, las persuasivas, las que intentan transmitir la verdad, etc.
La filosofía con niños no se trata de contenidos que haya que transmitir o que trabajar de una manera u otra sino de una filosofía para filosofar, de una actitud.
El legado Socrático:
La propuesta de Sócrates persiste en el tiempo como camino para acceder a la verdad haciéndonos descubrir que la pregunta bien formulada promueve la reflexión, invita a revisar la información que se tiene y a construir nuevas ideas.
La mayéutica es el método socrático en el que por medio de preguntas entre dos interlocutores, uno más experimentado pregunta al menos experto y a través de las respuestas que este da y de la re pregunta lo va orientando hacia el auténtico saber, llevándolo a distinguir en su propio conocimiento la verdad de la apariencia, a reflexionar sobre sus ideas, apreciaciones, etc.
El arte de preguntar supone saber escuchar y orientar al que pregunta a que se escuche a sí mismo y diferencia lo verdadero de lo falso. Sócrates enseña el valor del diálogo como fuente de sabiduría, como construcción y no como enfrentamiento.
¿Pueden los niños hacer filosofía?
Las preguntas filosóficas y la búsqueda de respuestas a las mismas son inherentes al ser humano, muchas veces nos sorprenden las preguntas de los niños y nos conmueve lo que tienen para decir.
Los niños rompen nuestros esquemas con preguntas y comentarios que no comprendemos cómo llegan a elaborar pero que evidentemente hacen. Se parte de ver qué puede hacer una educación que se abre más a las preguntas que a las respuestas. (Walter Kohan)
La filosofía en el aula:
- Promover las preguntas
- Fomentar el debate
- Argumentación de tipo filosófico
- Usar soportes como trucos de magia, proverbios, frases, fábulas, cuentos y novelas.
- Libros especializados (Ver enlaces)
- Canciones, películas, videos (Ver youtube)
- El Principito (S.E)
Libros de filosofía para niños en: