Una buena clase
La educación es un proceso de Enseñanza-Aprendizaje, para el cual hace falta el encuentro de (al menos) dos protagonista, el que desea aprender y el que desea enseñar. Si alguno de los dos no siente la necesidad de enseñar (el docente) o de aprender (el alumno), este proceso tendrá muchos problemas para concretarse.
Veamos qué nos dice al respecto Alicia Camilloni:
Los buenos docentes se han preguntado durante siglos cómo lograr "dar una buena clase". Pero no se encontró una única respuesta. No parece que exista el formato perfecto que asegure que la enseñanza va a ser exitosa y que todos los alumnos van a aprender lo que el docente quiere enseñarles. Podríamos preguntarnos, entonces ¿Es que hay "buenas clases" que se diferencian de otras clases no tan buenas o de clases realmente malas?
La interpretación de lo bueno y de lo malo dependerá de lo que se defina como buena enseñanza y buen aprendizaje.
Una buena clase es:
instructiva, interesante, animada, agradable, entretenida, divertida, sorprendente, original, inolvidable...
¿Es todo eso?
...Hoy podemos afirmar que no hay un formato ideal para organizar una clase. Porque el formato depende de los fines propios que tiene la clase en una secuencia de clases que tienen un eje común y que, en conjunto, denominamos “unidad didáctica”. Lo que programamos no es nunca una clase, sino, primero, el curso completo, como totalidad y luego, en general cada una de las unidades. En ellas, encontramos la división de tiempo que denominamos ‘clase’. Una unidad podrá constar de una, dos o más clases y se caracteriza, como dijimos, por poseer un eje común. Es en la unidad donde encontramos presentes las distintas
funciones didácticas. Las que, clásicamente, correspondían a la motivación, presentación del tema, problema o proyecto, su desarrollo y aplicación, su síntesis y su evaluación.
La escuchamos opinando sobre Nuevas Tecnologías y Educación...
Fuente:
- Camilloni, R. "Una buena clase"
- http://www.12ntes.com/revista/numero16.pdf